Siempre es bueno tener ideas, iniciar un proyecto nuevo, abrir un nuevo libro, empezar a escribir una página en blanco…
El olor a nuevo y esa sensación de que tienes todo por empezar y hacer, en ocasiones motiva y gusta. También soy consciente que en determinados momentos a algunas y a algunos les puede suponer vértigo. Eso dependerá de muchos factores: anímicos, familiares, sentimentales, económicos, profesionales, culturales…
Hace tiempo que llevaba pensando la posibilidad de abrir una nueva página, un nuevo blog y ante esta situación se me plantean diferentes opciones: qué es lo que quiero contar, qué voy a incluir, qué voy a presentar y, lo más importante, ¿quiero traer las antiguas publicaciones?
Hace unos meses atrás reconfiguré la página web de mi despacho (www.geniurislaw.com) y la hice prácticamente de cero y, en esta página consideré muy relevante atraer una serie de contenido que había publicado con anterioridad en un blog. En esa ocasión era importante para dotar de contenido y, desde entonces, con mayor o menor puntualidad, he ido dotando de contenido a esa página, pero, lo más importante, estaba dando una imagen y una serie de servicios que hasta entonces no los había estado dando.
Pero esto es diferente, estamos hablando de una página completamente personal, con mis inquietudes, mis ideas, mis valoraciones, completamente personales y dejando al margen todo punto profesional. Y la cuestión es, ¿y porqué ahora? Pues básicamente porque considero que he llegado a un punto en la vida (tengo ya los 40) en los que puedes empezar a dotar de una serie de contenido para poder dar y explicar el sentido de tu vida, lo que puede resultar importante y lo que no.
Muchos decidieron escribir un libro para explicarlo. Me gusta la idea. De hecho, no la descarto para algún día, pero el problema que se me presenta cuando finalizo un libro sobre este tipo de ideas, es, y ahora ¿qué? Acabaste de escribir el libro en ese año, se tardaron x meses en publicarse y a mi ha llegado al cabo de tres años… ¿Sigues con las mismas ideas? ¿Te ha pasado alguna cosa en tu vida que te ha hecho cuestionarte tus propios valores?
Sinceramente y de forma honesta, tenemos retos que afrontar casi de forma diaria y por mucho que puedas tener una guía de que a tal persona le ha funcionado, no significa que a ti te vaya a funcionar y ello por la convergencia de muchos valores, entre ellos, las realidades distintas.
Ciertamente, podemos crear un patrón que puede ser de guía, pero en muchas ocasiones no se podrá cumplir porque no estamos en ese momento ni somos esa persona.
También quiero rehuir de todos aquellos que pronostican hacerse rico con invertir aquí o haciendo esto o lo otro. Lo único que he visto es gente que dice muchas promesas pero en realidad son vende humos. Aún me resuena en la cabeza ese mensaje recibido por instragam en la cuenta de mi despacho de una persona que me decía que me iba a ayudar a incrementar la repercusión de mis publicaciones y que iba a incrementar mis interacciones a cambio de que le pagase una cuantía determinada de dinero. Como siempre que recibo este tipo de comentarios, lo primero que hago (y más sensato que deberíamos hacer todos) es investigar y, mucho me tiene que gustar y convencer para contratarlo. Pues bien, resulta que el perfil del oferente tenía muchos menos seguidores e interacciones que la cuenta del despacho y, precisamente, muchos de esos seguidores que tenía se podía verificar que se trataba de cuentas falsas.
¿Hasta dónde vamos a llegar? Las redes son magníficas si sabemos utilizarlas, como casi todo, pero también tienen y entrañan sus propios riesgos, ante esto, lo primero que deberíamos hacer es: desconfiar y contrastar la información.
Muchos se sorprenden cuando ven artículos y publicaciones de imágenes y textos autogenerados por la inteligencia artificial (interesante tema que hablaré otro día), pues deberían dejar de hacerlo porque hace años que vemos como proliferan las fake news por nuestras redes sociales más conocidas, y qué decir, de determinadas publicaciones de videos con información falsa o inversas que rozarían, incluso, la publicidad engañosa.
Pues bien, en este escenario, decido abrir una nueva página y la segunda cuestión es: ¿mi contenido anterior, lo añado o lo dejo en la web anterior? Pues bien, tengo que decir que mis anteriores publicaciones personales continuarán quedándose donde están. Por varios motivos, pero el primordial y fundamental es que no se alinearán con el objetivo y contenido de esta página, por lo que para que puedan restar valor, mejor dejarlos allí. Otro motivo es porque fueron redactados y publicados en otra realidad, en otro momento, en otra forma de pensar, quizá con otros valores, motivo más que suficiente para que se queden allí.
Por último, también tengo, conservo y le tengo un especial cariño y mi página de médium, pero ésta de momento, se quedará allá con todas las publicaciones relativas a comentarios de libros, series, obras de teatro… Y ya valoraré en su día si merece la pena traerlas a esta página.
Hasta aquí, sólo queda que disfrutéis del contenido que se irá publicando.
«Por supuesto que puedes empezar de nuevo, pero no cuenta que empieces de nuevo si no cambias»
F. Scott Fitzgerald








Deja un comentario