Sin lugar a dudas ha sido la novela que me había propuesto leer durante este mes de agosto aunque la empecé ya prácticamente a finales de mes.
Si bien la novela puede resultar un poco tediosa y difícil para un occidental por ambientarnos en el Japón actual, que consigue una recreación muy fidedigna, en el seno de la historia nos podría trasladar a cualquier parte del mundo, en especial, cuando nos encontramos con los tan temidos juicios paralelos.
La historia nos plantea un caso en el que una niña de siete años fue raptada y asesinada y el secuestrador logró desaparecer con el dinero del rescate. Este caso, denominado SEIS CUATRO, significa el continuo fracaso de determinados agentes en la investigación del caso, de ahí que la recreación de la prensa y la presión de la misma ejercida sobre la propia agencia de Policia.
Pero un caso que podría haberse quedado en el olvido por el paso del tiempo, se vuelve a reproducir cuando catorce años más tarde una niña vuelve a desaparecer en una situación que recrea el caso SEIS CUATRO cuando únicamente faltaba un año para que los delitos prescribieran.
¿Qué me llevó a empezar este libro?
Fue una novela que me regalaron en el pasado Sant Jordi y ha sido declarado una novela negra de culto en Japón.
¿Qué expectativas genera el libro?
Como muchas de las novelas negras, la gran expectativa es la inquietud que genera al lector la resolución del caso o, en este caso, el libro.
¿Qué me ha gustado del libro y qué no me ha gustado del libro?
Tengo que remarcar dos cosas: una novela actual ambientada en el Japón actual, lo cual me da un plus en su lectura al trasladar una cultura completamente diferente a la que estoy habituado y, en segundo lugar, la persistencia en no dar por acabado un expediente no finalizado.
Evidentemente, estos dos puntos no han resultado ser los únicos, sino que sin lugar a dudas la lectura me ha llevado a continuar hasta su finalización. No obstante, hay que reconocer que existe un buen apartado del libro que resulta ser excesivamente creativo, con capítulos, de los que muchos de ellos son breves, nos intenta conducir por senderos que pueden hacernos perder el hilo central de la historia y, con ello, su completo abandono.
Sin embargo, tras toda la historia, su sorprendente final nos pone la cúspide de esta magnífica obra.
Cuaderno de Bitácora 
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