Cuaderno de Bitácora

Voy a empezar por el principio: hace años me recomendaron la lectura de este libro y quedó en mi lista de pendientes y debo confesar que fue un poco reacio a su lectura.

Tras haber leído varios libros de emprendimiento en el que hacían referencia, tuve la tentación de sortear esa pared que había marcado por cuestiones de preferencia y decidí adquirirlo en e-book, para, al menos, iniciar su lectura en formato digital.

Sin embargo, devoré este libro en pocas horas, aunque tampoco es que sea muy extenso, tras una primera lectura, decidí volverlo a leer más lentamente, para degustarlo, porque este libro de Robin Sharma permite su lectura y relectura y cada vez que lo he leído (al redactar estos comentarios ya lo he leído tres veces en todo el año 2023), descubres nuevas herramientas que pueden servirte en tu día a día.

A través de una fábula en la que nos posicionamos con el que recibe la historia, nos encontramos con determinadas enseñanzas de los monjes de Sibana y, la verdad, la propia redacción del libro te invita a estar presente en una conversación entre los dos personajes principales de la obra, como si fueses testigo de su conversación.

En esa conversación se tratan muchos temas o, como los denomina la obra, se centra en las 7 virtudes imperecederas de una vida esclarecida, intentando dar una serie de respuestas sobre la vida, la búsqueda de la felicidad y también pretende ilustrar al lector con una pequeña ilustraciones sobre la creación de prosperidad y paz interior.

Recientemente, en un post anterior, publiqué determinas pegas que les veía a determinados libros de ayuda, como la que hice de mi amigo Oriol Brutau, pero contrariamente a esos libros en la que nos ilustran experiencias en primera persona intentando compartir un método, en éste se explica una fábula completamente espiritual en el que si bien no podemos matizar que busca cambiar nuestro modo de vida, si que, tras su lectura, en mi opinión, nos hace plantearnos muchas cosas y, debo decirlo, buena parte de culpa tiene para la creación de esta página y de la disciplina que me conduce a la escritura de muchos de los posts que puedes leer.

Este libro, que sin lugar a dudas volveré a leer, ha pasado a formar parte de una de esas obras que me gusta leer y volver a leer. Quizá me plantee fijar un periodo de tiempo anual en el que pueda releerlo, como por ejemplo realizo con la obra de la Apología de Socrates, que suelo leerlo anualmente.