Cuaderno de Bitácora

Hoy es el día 30 de diciembre y creo, que es momento de hacer un paréntesis de todo y realizar todas y cada una de las reflexiones personales sobre este año que finaliza.

A nivel profesional, he conseguido superar un poco el año anterior, el cual me limité a cumplir con lo mínimo porque había decidido dedicarme un poco más intensamente a la propia paternidad.

A nivel familiar, han existido una serie de problemas, pero en especial victorias, porque al final me he intentado salir con la mia, como por ejemplo, que mi retoño fuese a la guardería, lo que me ha permitido incrementar el nivel profesional, tal como he indicado anteriormente.

A nivel amores y pareja, la cuestión está siendo altamente conflictiva, en especial, en los últimos tiempos en la que hemos tenido que asistir a terapia, lo que me ha provocado encontrarme mucho peor en la gran mayoría de ocasiones. ¿De qué sirve ir a terapia si acabas sintiéndote peor de cuando habías ido anteriormente?

Este año me llevo muchos momentos dulces: el bautizo de mi sobrina, la sorpresa de mi hermana para Navidad en la que vino con mis sobrinas, alguna que otra sorpresa profesional con algún que otro resultado, pero otro que le guardo mucha simpatía es la creación de este blog, que me sirve para evadirme, para organizarme, como control mental de todo y como punto de evasión.

Cierto es que hablo mucho sobre series y cine, es una de mis pasiones junto con el trabajo, el cuidado de los niños, la lectura y la escritura. Sin duda, para el próximo año voy a tener que abrir un poco más la veda para evitar, al máximo posible que esta página se convierta en simples comentarios de episodios.

Evidentemente, deberé darle contenido y, todo se verá, si consigue o no más adeptos, pero lo que está claro es que las publicaciones deberán ser puntuales, extremo que deberá ser uno de los puntos más importantes para cumplir el próximo año.