Cuaderno de Bitácora

Sin duda, hoy debería ser uno de los días más felices de muchos niños con la celebración de la Epifanía del señor o, también conocido, día de reyes.

Contrariamente a lo que sucede en otras partes del planeta, en España es costumbre que en este día se regalen juguetes y otros objetos traídos por sus majestades los Reyes de Oriente y, además, se suele comer el típico roscón de reyes. Dejaré para otro momento comentar diferentes costumbres de varios países.

Pero hoy, sin duda, no son los regalos de reyes de lo que hablaré, ni tampoco de política o la situación de determinados países, ni del tercer aniversario del asalto del Capitolio por parte de los seguidores de Trump, ni de la totalidad de las elecciones que se van a celebrar a lo largo del globo.

Hoy voy a traer un problema completamente sistémico que nos encontramos en la actualidad consistente en el colapso sanitario.

Muchos sabemos, incluso los que no trabajamos ni en Hospitales ni en servicios médicos, que cuando bajan las temperaturas y llega el frío, las enfermedades respiratorias de muchas personas salen a la luz.

En España, algunas comunidades ya han empezado a tomar determinadas medidas como la obligación de llevar mascarillas en centros sanitarios y centros residenciales.

Muchos recordaremos esa época en la que teníamos que llevar las mascarillas por doquier, incluso algunos recordaremos las restricciones de movilidad y los confinamientos y el cierre de determinados establecimientos.

A mi modo de ver, esas medidas resultan completamente necesarias, pero es más, deberíamos ser lo suficientemente responsables para a la mínima y durante esta épica poder llevar la citada mascarilla sin que exista ningún tipo de necesidad, pero la sociedad no aprende de situaciones anteriores y, muy probablemente se vuelvan a repetir los mismos errores.

Por de pronto, nos encontramos con unos sistemas de urgencias que se encuentran completamente colapsados como consecuencia del incremento de las enfermedades respiratorias como la gripe, la COVID y ahora se suma el virus respiratorio sindical (VRS). Y esto son las primeras señales que nos llegan desde los centros sanitarios, mientras que los correspondientes ejecutivos, evidentemente niegan tales extremos.

¿A caso nos acordamos de cuando teníamos las primeras señales de la gravedad de la covid que muchos la negaban?

Siempre, ante determinadas situaciones, siempre nos encontramos con algunas personas que la exageran, otras personas que la niegan y otras que la aceptan y tomas medidas, siendo pocos los que intentan anticiparse a esa situación. Charles Darwin en El origen de las especies nos adelantó que sólo las especies que se adaptan a los cambios son las que sobreviven y, de hecho, en nuestra historia natural lo hemos podido comprobar. Yo quisiera añadir, no sólo aquellas especies que se adaptan, sino aquellas especies que intentan adelantarse a esos cambios son quienes se adaptan más rápido y salen fortalecidas.

Mientras tanto, sólo cabe acudir a nuestro sentido de la responsabilidad e intentar navegar por un sistema sanitario, que presta un gran servicio, pero que no dispone de los medios necesarios, como sucede con otras partes o responsabilidades públicas como la vivienda, educación o justicia. Pero de todo ello, ya hablaremos en otro momento.

Ahora sólo nos queda, disfrutar del magnífico día de reyes y, para el próximo año, poner muy claro en nuestras cartas que queremos más medios para sanidad (y para vivienda, justicia o educación…)