Como ya se ha explicado en anteriores posts , este año he empezado a hablar de cumplimiento de objetivos y no podía dejarme, los denominados OKR que son un marco de gestión utilizados para establecer y alcanzar una serie de metas, tanto a nivel individual como a nivel organizativo.
Este sistema permite alinear tanto los esfuerzos individuales como los colectivos hacia un objetivo prefijado y estratégico, basándose en la propia claridad y sencillez.
Los OKR proceden de la obra de John Doerr, que es un inversor de capital riesgo y que popularizó este sistema después de aprender sobre él en Intel y de implantarlo en Google.
Tal como centra su autor, los OKR tienen las siguientes características:
- Provocan una claridad y una alineación de los objetivos, pues proporcionan una estructura simple pero efectiva para definir los objetivos (lo que se quiere lograr) y los resultados clave (cómo se medirá el éxito).
- Enfoque en resultados medibles. Fijándose una serie de objetivos específicos y medibles, permiten un enfoque en objetivos tangibles, permitiendo que todo estén centrados
- Flexibilidad y adaptabilidad. Los objetivos OKR permiten su revisión de forma regular, de forma que, en caso necesario, se permite adaptar rápidamente a los cambios del entorno
- Transparencia y rendición de cuentas. La visibilidad de los OKR a todos los miembros de la organización, se creta la cultura de la rendición de cuentas.
En resumen, los OKR son una herramienta práctica y versátil que puede ser útil tanto en organizaciones como en individuos pues proporciona un marco claro y medible para establecer y alcanzar una serie de objetivos significativos.









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