Esta será la primera publicación de una serie que se va a ir desarrollando y trata sobre la convivencia con una persona, dentro del propio domicilio que tiene diagnosticado de un Trastorno Límite de la Personalidad y, el objetivo del mismo, es dar difusión que cuando nos encontramos con una persona con esas características.
Sinceramente es una situación muy compleja, que en mayor medida provoca que las personas que conviven con una persona con ese diagnóstico deban acabar en terapia y, tras conocerlo con detalle, creo que es un paso completamente necesario para la propia estabilidad emocional.
Una persona con TLP es una persona completamente inestable emocionalmente y puede ir de un extremo a otro en cuestión de segundos, al menos, por lo que he ido viviendo en mi propio caso.
Voy a ser claro, si ya has leído mi perfil o si me sigues en redes, sabrás que no soy psicólogo, por lo que puedo explicar en esta serie de artículos será completamente vivencias de lo que he ido experimentando en mi propia vida con una doble finalidad: por un lado, como método de evasión íntima; por el otro, para intentar concienciar de lo que supone una vivencia con ese tipo de personas, porque puede llevar a una confusión.
Para empezar, el TLP, para una persona no médica, la podemos definir como aquel trastorno de la salud mental centrada en la exposición de una serie de sentimientos de una forma variable y profunda, la creación de una autoimagen completamente distorsionada de la realidad, unos comportamientos impulsivos y por tener relaciones interpersonales inestables.
Utilizando una app de IA, me ha llevado al Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), el cual llega a identificar hasta nueve criterios para el diagnóstico de un TLP, indicándose que una persona necesita cumplir con cinco de estos criterios para tener un diagnóstico con ese trastorno:
- Esforzarse para evitar un abandono sea real o imaginado.
- Tener patrones de relaciones interpersonales intensas e inestables caracterizadas por una alternancia entre idealización de la persona y devaluación de la persona, lo que supone la probabilidad de tener relaciones tóxicas.
- Tener una perturbación de la identidad, es decir, crear una autoimagen significativamente y persistentemente inestable.
- Impulsividad en al menos dos áreas dañinas para si mismo: gastos, sexo, abuso de sustancias como alcohol y drogas, conducción temeraria, atracón de comida…)
- Comportamientos, intentos o amenazas de suicidio de forma recurrente e intentos de automutilación.
- Inestabilidad afectiva por ciertos cambios en el estado de ánimo.
- Sentimientos crónicos de vacío.
- Ira inapropiada e intensa y determinadas dificultades para controlar la ira
- Ideación paranoide transitoria por estrés o síntomas disociativos severos.
Como he dicho, esta lista está sacado de el citado manual, pero en modo alguno tiene que significar que eso pueda ser tomado por cualquier persona para autodiagnosticarse, por lo que es recomendable la utilización de la citada lista como método para poder saber si necesitamos ayuda o no, por lo que, en caso que detectemos que nosotros mismos o nuestra pareja o algun familiar o amigo está en alguno de los episodios anteriores, lo recomendable sería acudir al correspondiente profesional para que pueda realizar el diagnóstico y, en caso que así sea, iniciar un tratamiento.
Seguiremos con más episodios explicando determinadas situaciones límite provocadas por personas con TLP.









Deja un comentario